No es que sea lo exento o el poderío,
pero la visión de la belleza
ejerce una seria contemplación.
Tael, no es solo lo que se mira,
es más que una ilusión,
es lo divino de la vida,
es más que la simple
y divinizada sensación.
Mis ojos quisieran alcanzar todo ello,
algunas veces lo llegan a ver,
no es solo lo dulce del vivir,
si no comprender su estructura
y el por qué se niega a desaparecer.
No son solo lágrimas que empañan
de blanco las montañas,
sino el verde que deja la nieve
al dejar las aguas correr,
y aunque sea por el sol,
no conozco nada
que de todo un poco le llegue,
le llene, y nunca deja de ser.
Y el valle está plagado de coyunturas,
y aún así muestra lo bello que es,
y es pura naturaleza que en los senderos
y en los caminos el agua aún se puede beber.
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